UN AMOR DIFERENTE

Mujer con ojos entristecidos,
hermoso ser que alumbra las calles desoladas,
nombre que se pronuncia entre las damas,

fácil de recordar por la sociedad;

siempre se ha de escuchar:

-¡un roble ha de ser!

Flor que engendró y vio frutos crecer,
espera con ansias su momento para aparecer;
una eternidad se resguardó,
tal vez para su amor, o por su gran corazón;
representa el augurio de un ser,
que se pierde en el olvido de los que vio correr,
con llanto profundo los dejó partir,
pero de su piel nunca los alejó;

Oh gran mujer,
cada día en los sueños te regalaré,
una rosa roja, color de tu corazón;
azul, púrpura, o violeta, color de tus sentimientos;
transparente, pura como tu alma;
amarilla llena de alegría,
o color arco iris, representación de tus emociones.

¡Sonrisas!, recuerdo que poco recuerdo,
que llega y se va como estrella fugaz,
con un abrazo caluroso, una llamada de lo más lejano,
palabras bonitas o un gran regalo.

Estás en mi corazón,
tan profundo que se pierde en lo infinito,
con palabras llenas de amor
quiero hacértelo recordar,
porque después de la eternidad,
seguirás siendo una gran mujer,
única, perfecta, e irrepetible…

mi querida madre.